Decirte que te quiero, sería poco Entre un sinfín de posibilidades De más está decir que por ti estoy loco Usando como una excusa tus múltiples cualidades Me perdí dentro del radar de tus ojos Cuando solo buscaba un ápice de calma El hipnotismo vivo de tus labios rojos Ha logrado erradicar las asperezas en mi alma Con solo verte se detiene el tiempo Todo se criogeniza en lo absoluto. Sin contemplación de algún impedimento, has sido tú quien neutraliza esos temores más ocultos. Observarte sonreír es algo mágico Más que cualquier paraje indefinido. Todo esto solo me ha dejado en claro, que aquello que te hace tú va más allá de los sentidos. Neutralizante con cada fino suspiro, surcar en tus caderas un deleite. Presidiario de tu perfección corpórea, que me mantiene tranquilo; elemental cariátide. Oculta en los detalles, eres es un ángel sonriente. Artífice de una obra excepcional. Imposible utilizar alguna expresión transparente, andando bajo el umbral de tu aroma subliminal. Puedes quedarte incluso el aire que no tengo, modifica cada pulso que he emitido. Regálame una noche junto al calor de tu cuerpo, dónde no haya contratiempo que interfiera en lo más mínimo. Mantienes el balance entre erotismo y sentimiento, conservando ese enigma que yo me muero por ver. No hay nada por objetar que involucre tu planteamiento, si con el tacto más mínimo, sobrepasas mis límites. Decirte que te adoro, sería un hecho... Entre un millar de probabilidades. Puedo sentirte descansar sobre mi pecho, sin importarnos las adversidades. Compartamos la caída libre, mientras se acerca el anochecer. Bailemos por debajo de la lluvia, ya que estando contigo, no habrá nada que perder.