Me despido sin despedir con la Milonga del adiós. Que la suma no daba dos ni dio tiempo a reír. Sin aire difícil fluir, no viene viento de cola. Si prefieres estar sola, prefiero poder perder. Debería dejarte ser, siendo ayer el último hola. Y si ese hasta pronto cambia los planes que vendrán, no debo pecar de tonto ni pensar en el qué dirán. Las milongas que me monto desmontadas se quedarán. Y si ese hasta pronto cambia los planes que vendrán, no debo pecar de tonto ni pensar en el qué dirán. Las milongas que me monto desmontadas se quedarán. Y si me quisieras buscar, aquí tienes esta canción. Si perdida en el malecón dijiste ya no ver el mar. No valió con tu fabular ni sirvió que yo cantara. Y por más que nos gustara revolotear sin alas, en tu nido te instalas logrando que yo migrara. Y si ese hasta pronto cambia los planes que vendrán, no debo pecar de tonto ni pensar en el qué dirán. Las milongas que me monto desmontadas se quedarán. Y si ese hasta pronto cambia los planes que vendrán, no debo pecar de tonto ni pensar en el qué dirán. Las milongas que me monto desmontadas... Las milongas que me monto desmontadas Las milongas que me monto desmontadas se quedarán.